Carolina Marín (Huelva, 15-06-1993) es cuatro veces campeona de Europa, tres veces campeona del Mundo y vigente campeona olímpica de bádminton, un palmarés de ensueño que la jugadora quiere seguir aumentando. Carolina es una ganadora incansable.
«La garra que siempre muestro en la pista y mi gran motivación es ser la mejor jugadora de la historia y para eso quiero ir a por la medalla de oro el año que viene en los Juegos Olímpicos de Tokio y también quiero ganar el Campeonato del Mundo en Huelva en 2021″, asegura la jugadora onubense.
«Quiero ir a por el oro en Tokio»
En enero de 2019, Carolina se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, una lesión que la mantuvo alejada de las pistas ocho meses y que no le daba todas las garantías para revalidar el título olímpico conseguido en Río 2016.

Como ella misma reconoce, el parón por el coronavirus COVID-19 le ha dado margen para afianzar su recuperación de cara a Tokio 2021: «Sí, en cierto sentido, creo que el aplazamiento de los Juegos me ha beneficiado. Ahora tenemos un año y pico para esos Juegos y aún queda mucho tiempo para llegar más que nunca al 100% e ir a por esa medalla de oro».
Confinamiento en casa de su madre
Como para todos, el confinamiento por la pandemia ha sido muy complicado también para Carolina Marín.
«El confinamiento lo he pasado en Huelva en casa de mi madre. Por suerte, mi entrenador Fernando me pudo mandar dos máquinas que tenía en su casa por un transportista y, gracias a esas máquinas y también gracias a una amiga de mi madre que me dejo una bicicleta estática, he podido mantener la mejor forma posible. He estado dos meses y medio sin coger una raqueta y un volante, y eso sí que se ha notado porque he perdido todo el tacto, pero bueno, poco a poco, voy recuperándolo», comenta.
«He estado dos meses y medio sin coger una raqueta y un volante»
La nueva normalidad también está llegando al deporte y Carolina Marín lleva entrenando ya desde hace más de un mes: «Desde que empecé a jugar al bádminton con 8 añitos, ha sido la vez que he estado más tiempo sin coger una raqueta y un volante. Voy cogiendo tacto, pero todavía me siguen faltando los desplazamientos explosivos, esos cambios de sentido y de ritmo que son muy agresivos, con los que tenemos que tener mucho cuidado para evitar todas las lesiones posibles».
«Mi sueño es seguir disfrutando del bádminton por muchos años más, seguir ganando grandes cosas y sobre todo ser muy feliz», concluye Carolina Marín.
