Laura Ester (Barcelona, 1990), portera de la selección española de waterpolo femenino, ha sido uno de los pilares para lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río 2016 donde quieren superar la plata de Londres 2012. En este final de temporada también luchará con su club, el CN Sabadell, por el triplete: Liga, Copa y Euroliga.
¿Cómo celebró la selección este éxito olímpico?
Todavía no lo hemos celebrado. Tendremos que esperar a volver a juntarnos porque ya estamos cada una con nuestros equipos. Solo pudimos hacerlo un poquito con la familia allí, en el Preolímpico de Holanda -terminaron cuartas y las cuatro primeras se clasificaban para Río 2016-.
¿Y ha tenido tiempo para descansar?
Entre la selección y la incorporación al CN Sabadell he tenido un par de días. En el último año no he tenido más de tres días seguidos. No pasa nada, ¡por Río cualquier cosa!
La clasificación era muy exigente, ¿no?
Sabíamos que el torneo iba a ser un cara y cruz. Igual que en la clasificación para Londres. Había cuatro plazas y, por lo menos, siete equipos que podían clasificarse. A nosotras nos salió el mejor partido en el momento justo, ante Holanda en cuartos de final.
¿Cuál ha sido la clave para lograrlo?
Creer y querer como equipo que juntas lo podíamos conseguir.
«Nos estamos haciendo un hueco gracias a nuestras victorias.
Nadie nos regala nada»
¿Sentiréis la presión de colgaros una medalla en Río 2016?
Esa exigencia no la tenemos. Vamos a ir a disfrutar, pero no de vacaciones. Queremos una medalla y si puede ser de oro, mejor.
¿La selección de EE UU es invencible?
No. Están a un nivel superior, pero no hay nada imposible. Puede pasar cualquier cosa, pero si jugamos contra ellas, nos tiene que salir un partido perfecto.
¿Cómo trabajáis para subir de nivel?
Por ejemplo, en las concentraciones de la selección española entrenamos con equipos juveniles de chicos de 18 años. Los ‘niños’ a esa edad están ya muy fuertes. Eso nos hará mejores cuando nos enfrentemos a equipos tan potentes como los EE UU.
«Queremos una medalla y si es de oro, mejor»
¿Qué significa para ti repetir en unos JJ OO?
Era un sueño que tenía desde que comencé a hacer deporte y que cumplí en Londres. Una vez vivido, solo he pensado en repetir. Es muy especial para los deportistas por el ambiente. No sé si puedo expresarlo con palabras.
¿Cómo se ve el juego desde la portería?
Se ve bien, sin tener que pegarte con otras jugadoras ni nadar mucho. Pero no te puedes relajar. Quizás sea menos exigente físicamente, pero más exigente en el aspecto psicológico porque tienes que estar siempre en tensión por lo que pueda pasar.
¿Se dan muchos golpes las jugadoras?
Más de lo que la gente se imagina. Yo las admiro por su resistencia. Siempre salen con alguna marca de guerra: rodillazos, patadas, arañazos…
Pero tú te habrás llevado algún buen pelotazo…
De vez en cuando, pero duelen menos que las patadas. Alguna vez que otra he salido del agua con la nariz morada. Poco más.
«Estudio 3º de Bioquímica. El que quiere, puede»
¿Eres la extensión del seleccionador (Miki Oca) en el agua?
Entre todas nos vamos hablando y nos contamos lo que dice Miki porque no siempre se le oye bien por el ruido que hay en las piscinas. Se puede decir que la que cubre a la boya contraria y yo organizamos a nuestra defensa.
¿Cuándo empezaste a jugar al waterpolo?
Me apunté a cursillos de natación al Mediterrani y querían hacer un equipo de waterpolo de chicas. Con 11 años probé y me encontré muy a gusto. ¡Y hasta ahora! Es una alegría ver cómo hoy en día las niñas empiezan con seis o siete años a jugar al waterpolo.
¿Elegiste ser portera?
Más o menos. Yo creo que pensaban que no nadaba bien y sí se me daba bien parar balones, así que pensaron que era mejor que me quedara en la portería. ¡Se lo agradezco! (risas).
«No he tenido más de tres días de vacaciones seguidos en el último año»
¿Cómo llevas los estudios?
Poco a poco. Hago lo que puedo. Estoy en 3º de Bioquímica y voy sacando tres asignaturas al año.
¿Qué tal llevas compaginarlo con el deporte de alta competición?
Quien quiere, puede. Es un año muy complicado por ser olímpico, pero saco tiempo de debajo de las piedras para estudiar.
Y así piensas también en tu futuro…
Claro porque una vez acabado el waterpolo no se puede vivir de lo que hayas ganado en él. Se vive mientras juegas. Por suerte, yo estoy en el Sabadell y todas las jugadoras cobramos, pero hay que pensar en el futuro y buscarse la vida.
¿En qué sector te gustaría trabajar?
Ahora mismo, en el farmacéutico, en temas de salud, investigando medicamentos y fármacos.
¿Te sientes reconocida como deportista?
Las mujeres estamos consiguiendo muchas cosas en el deporte y cada vez nos sigue más gente. Nosotras lo notamos en waterpolo después de la medalla de plata en Londres 2012. Se nos va reconociendo cada vez más, aunque todavía queda mucho. El deporte femenino español está ahí arriba siempre en los últimos años. Nos estamos haciendo un hueco gracias a nuestras victorias. Nadie nos regala nada.
Si tuvieras que elegir para ganar esta temporada con el CN Sabadell, ¿Liga, Copa o Final Four?
Tres de tres, que es para lo que entrenamos, pero va a ser muy complicado.

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