Los pensamientos negativos son uno de los grandes enemigos de las deportistas. Virginia Sánchez te ayuda a sobreponerte a ellos en su columna de esta semana sobre psicología y deporte.
Es muy habitual escuchar eso de que es mejor ponerse en lo peor para luego no llevarse chascos. Seguro que lo habéis dicho alguna vez en vuestra vida o se lo habéis escuchado a alguien. El estudiante que prefiere pensar en que no va a aprobar un examen para no llevarse una desilusión si lo suspende es un ejemplo claro.
Este pensamiento es también muy habitual entre deportistas y entrenadores, que prefieren pensar en la posibilidad de conseguir un mal resultado en una determinada competición para estar preparados en caso de que así suceda.
Estos pensamientos no nos protegen en absoluto, sino todo lo contrario
Solemos hacer esto para prepararnos, para protegernos, para ponernos un escudo y para no sentirnos tan mal cuando el mal resultado aparezca. Nuestras intenciones son buenas.
Pues bien, siento deciros que este tipo de pensamientos no nos protegen absolutamente en nada. El pensar que algo va a ir mal no hace que duela menos en caso de suceder así, sino todo lo contrario, ya que alarga las malas sensaciones (empezamos a experimentarlas antes, justo desde el momento en que nos ponemos mentalmente en esa sensación negativa), incluso puede interferir en nuestras acciones y rendimiento posterior. ¿Por qué?
La profecía autocumplida
Para empezar, el anticiparse de forma negativa a lo que va a suceder puede hacernos caer en el efecto de la profecía autocumplida, un efecto por el cual un pensamiento determinado nos lleva a actuar de forma inconsciente de una determinada forma, lo que hará que consigamos justo esos resultados en los que estoy pensando. Es también muy importante decir que al contrario pasa exactamente lo mismo, es decir, si nos predisponemos para aquello que queremos conseguir, para el éxito, la posibilidad de que ocurra aumenta.
Si nos predisponemos para el éxito, la posibilidad de que ocurra aumenta
Imaginad que estamos en un bosque lleno de maleza en el que no vemos ni un hueco para poder pasar, ¿hacia dónde empezarás a caminar? La decisión está difícil ¿verdad? Pues en este caso, nuestro pensamiento es la herramienta que abre un camino entre toda esa maleza, nosotros nos encontramos en el mismo sitio, pero ¿hacia dónde nos dirigimos ahora? Al igual que antes, podemos dirigirnos hacia cualquier lado, pero inconscientemente lo haremos hacia donde el camino está más despejado. Pues esto es lo que sucede con nuestros pensamientos, ellos crean una ruta por delante de nosotros. ¿Hacia dónde quieres dirigir tus pensamientos ahora? ¿Hacia la victoria o hacia la derrota?
Un caso especial: las entrenadoras
Ni que decir tiene la importancia de todo esto si en lugar de deportista eres entrenadora y llevas un grupo de deportistas o un equipo, y es que lo que tú transmitas se traslada a todos tus deportistas, por lo que los efectos negativos que provoca prepararse para lo negativo se multiplican por 100.
Los efectos negativos se multiplican por 100
En ocasiones no podemos controlar estos pensamientos de anticipación negativa, ya que abordan nuestra mente sin que nosotros seamos plenamente conscientes ni lo decidamos. Aparecen en los entrenamientos, antes de la competición, durante ésta… ¿se puede solucionar esto?
Por supuesto, entrenar psicológicamente para poder controlar los pensamientos negativos y sustituirlos por positivos es una excelente herramienta para crear nuestro camino justo hacia donde queremos dirigirnos. Entrena no sólo para ser mejor en tu deporte, sino también para que tus pensamientos te ayuden a ser mejor.
Artículo escrito por Virginia Sánchez, psicóloga del C.F. Fuenlabrada.
