Virginia Sánchez nos plantea, en su columna sobre psicología y deporte, una cuestión delicada y apuesta por la rehabilitación y por ofrecer una segunda oportunidad.
Cumples tu sanción por dopaje y vuelves a la competición. Demos por hecho que la sanción es justa que, en su momento, por los motivos que fuese, practicaste el dopaje y fuiste descubierto, se te sancionó y tuviste que alejarte de la competición. ¿Qué se espera de ti cuando vuelves? ¿Qué esperas tú del mundo al volver?
Uno de los últimos casos y más sonados es el de la tenista Maria Sharapova, quien después de cumplir una sanción de 15 meses está recibiendo innumerables invitaciones para participar en torneos como, por ejemplo, el Madrid Open, en mayo. Las compañeras y rivales de la rusa en el circuito WTA están alzando la voz en su contra porque consideran que estas invitaciones no son una forma de promover el juego limpio.
No es lo mismo ser tramposo que hacer trampas en un momento dado
El dopaje no está permitido, eso lo tenemos todos claro. Si consumes productos o realizas prácticas consideradas como dóping podrás ser descubierto, sancionado y tendrás que mantenerte alejado de la competición.
Incumplir las normas está mal, eso lo sabemos todos. Hacer trampas va en contra del espíritu de respeto y esfuerzo por el que se debe caracterizar el deporte. Hay que luchar en contra del dopaje y hay que vigilar a los deportistas para que no lo practiquen. Si un deportista es descubierto tendrá que cumplir la sanción correspondiente, pero después ¿qué? ¿Debemos marcar de por vida a esos deportistas sancionados por dopaje? ¿Tendremos que considerarlos eternamente portadores de la etiqueta de tramposos?
Hay que darles la oportunidad de probar que han aprendido de sus errores
Todo acto tiene sus consecuencias y debemos aceptarlas, eso es evidente. Será muy difícil borrar de la memoria de la sociedad los nombres de deportistas que han sido acusados y sancionados por doping, pero ¿es esto justo?
Hagamos un símil con cualquier otra persona que haya sido juzgada por un determinado delito y haya tenido que ingresar en la cárcel: ¿qué pasa después de cumplir ese castigo? Yo, y esto es una opinión personal, soy una fiel defensora de la función rehabilitadora de la cárcel, y creo también firmemente que todo el mundo tiene derecho a ser redimido de sus fallos y de sus errores.
Tienen derecho a volver a la competición
Por supuesto, que cualquier deportista que incumpla las normas del deporte debe ser sancionado, pero después de esto considero que tiene derecho a volver a la competición y a ser considerado de nuevo como un deportista, con todas las letras.
El ser humano es perfectamente capaz de aprender de sus propios errores y cambiar así sus pensamientos, sentimientos y conductas. El ser humano puede ser educado y reeducado a lo largo de toda su vida, por eso, quizás ese deportista que en un momento determinado se ha dopado no sea un tramposo, sino una persona que en un momento determinado ha hecho trampas. Démosle al menos la oportunidad de demostrar si ha sido capaz de aprender de sus errores, crecer y mejorar.
Artículo escrito por Virginia Sánchez, psicóloga del C.F. Fuenlabrada.
