Virginia Sánchez nos plantea en su columna semanal de psicología deportiva una interesante cuestión: ¿cuáles son las diferencias psicológicas entre hombres y mujeres?
Creemos en la igualdad de género. En la igualdad de derechos y oportunidades ya seas hombre o mujer. En la valía de ambos sexos para desempeñar cualquier trabajo, ya sea el de albañil o costurero. Aún así, no vamos a negar que cada persona es diferente; que existen diferencias en cuanto al sexo, tampoco.
Que una mujer puede ser una gran futbolista es evidente. También puede ser una gran jugadora de baloncesto, una gran tenista o lo que se proponga. De la misma forma, sería justo que lucháramos por la igualdad para los hombres que quieran practicar deportes como la gimnasia rítmica o la natación sincronizada, por ejemplo.
También es evidente, y lo hemos dicho otras veces, que una mujer no puede jugar al fútbol de igual forma que un hombre, ni al baloncesto, ni un hombre puede practicar igual la gimnasia rítmica que una mujer, por ejemplo. ¿Por qué? Existen múltiples diferencias entre sexos: la fuerza es mayor en el masculino, mientras la flexibilidad es mejor en el femenino, hasta aquí todos de acuerdo. ¿Y las diferencias psicológicas? ¿Existen?
Pues bien, sí existen. Comentemos algunas de ellas:
– Umbral de dolor: El umbral del dolor es el nivel de intensidad que tiene que presentar una determinada sensación molesta para que empiece a doler. Cada persona tenemos un umbral del dolor diferente, es decir, unos soportan de una mejor manera dolores más intensos que otros. Este umbral varía incluso de un día para otro en la misma persona. Teniendo todo esto en cuenta, a rasgos generales son las mujeres las que cuentan con un umbral de dolor más alto, es decir, soportan mayores cantidades de dolor.
– Gestión de la agresividad: Ambos sexos cuentan con la misma tendencia agresiva en determinados momentos, sin embargo, la manera de gestionarla es diferente: mientras al sexo femenino le cuesta más expresarlo con conductas llamativas y tiende a vivirlo de una forma más interna los hombres tienden a mostrar esa agresividad con conductas externas.
– Percepción: hemos oído múltiples veces chistes en torno a cómo las mujeres ven diversos tonos de azul (por ejemplo) mientras para ellos todo es el mismo color: el azul. Realmente existen diferencias en cómo mujeres y hombres perciben los colores, siendo ellas las que pueden distinguir más tipos de tonalidades.
– Percepción del riego: En este caso, las mujeres tienen a percibir el riesgo más que los hombres, apareciendo más fácilmente en ellas sensaciones de miedo o inseguridad.
– Ansiedad: Son las mujeres las que presentan mayores niveles de ansiedad que los hombres de forma general, presentando de forma más frecuente episodios ansiosos o de pánico.
– Toma de decisiones: El sexo también influye en la forma en la que las personas tomamos las decisiones. Ellos tienden a tomar decisiones más arriesgadas que las mujeres, mientras ellas son más conservadoras.
– Expresión de sentimientos: Las mujeres tienen mucha más facilidad para expresar sus sentimientos en comparación con los hombres, siendo entre ellos un tema que no se suelen tratar.
Existen otras muchas diferencias, por ejemplo, en la interpretación del lenguaje no verbal, en la forma afrontar una discusión, en la manera de descansar e incluso en cuestiones de memoria.
Es evidente que mujeres y hombres NO somos iguales, lo único que debemos tener claro es que ninguno de los dos sexos es mejor o peor que el otro.
