Virginia Sánchez reconoce en su columna semanal de psicología y deporte que irse a otro país para ganarte la vida no es nada fácil, pero también destaca que hace crecer deportiva y personalmente a las deportistas que deciden, o se ven obligadas, a tomar esta decisión.
Triunfar deportivamente no es fácil. Para ello hay que dedicarle muchas horas, mucho esfuerzo, aguantar muchos reveses… y, aún así, nada ni nadie te asegura que vayas a conseguir el éxito. El porcentaje de niños y niñas que comienzan a practicar algún deporte es inmenso, y muy pequeño el de los y las que consiguen llegar a convertirlo en su profesión.
¿Por qué? Pues bien, conseguirlo es tan difícil porque hay numerosos factores que no dependen del propio deportista y que son ajenos a él: una dosis de suerte, condiciones y recursos de los que disponga el club en el que entrenes e incluso con quién te cruces en el camino. Además, en nuestro país todo se complica aún más cuando se trata de mujeres y hablamos de deporte femenino.
Además de adaptarte a una nueva vida,
las deportistas que se van deben rendir
Que en España el deporte femenino lo tiene más complicado que el masculino a título general es un hecho, al igual que también lo es que numerosas deportistas han tenido que salir de España en busca de un reconocimiento hacia su carrera profesional que aquí no han encontrado. En Campeonísimas hemos podido leer las historias de Vicky Losada, Vero Boquete, Sandra Sánchez, Anna Cruz, Carmen Martín…Todas ellas, al igual que otros muchos jóvenes dedicados a otras profesiones, han tenido que emigrar de su país para conseguir sobrevivir en su profesión.
Emigrar no es fácil, y triunfar fuera de tu país tampoco. ¿Por qué? Debes adaptarte a unas costumbres diferentes, los horarios también cambian, quizás debas aprender o perfeccionar un idioma, comienzas a vivir lejos de tu familia y de tus amigos, lo que te hace tener que construir una red social desde cero; también entra en juego la comida, que muy probablemente sea diferente, por lo que tendrás que cambiar tu costumbres y rutinas alrededor de la alimentación… En tu vida se verán modificadas infinidad de costumbres y circunstancias, y además de adaptarte y crear “una nueva vida” no te olvides de que debes rendir. Complicado, ¿no?
Oportunidad de crecimiento
También debemos pensar en las cosas positivas que puede aportarnos emigrar. Quizás nos pueda suponer un incremento en nuestras condiciones económicas, quizás también comencemos a contar con unas mejores condiciones de entrenamiento (material, instalaciones), quizás el reconocimiento y seguimiento a mi deporte sea mayor, e incluso quizás seamos capaces de ver todas las dificultades de las que hablábamos antes como oportunidades. Oportunidad de aprender otro idioma, de conocer otras costumbres y otro país, de crear nuevas relaciones…
Abandonar tu país, tu ciudad y tu gente no es fácil, pero trae también muchas cosas buenas, así que si te marchas: disfruta, trabaja por tu sueño y sé feliz.
