¿Puede un deportista abstraerse del Zika y la inseguridad y centrarse completamente en su competición en los Juegos Olímpicos de Río 2016? La psicóloga deportiva Virginia Sánchez contesta.
Cuatro años de preparación, cientos de entrenamientos, esfuerzo, sacrificio y una lucha por conseguir unos resultados es lo que llevan a la espalda los deportistas olímpicos que han conseguido uno de sus sueños: participar en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro.
Ahora la exigencia es máxima y tienen que seguir luchando por hacer un buen papel en esta competición, para ello necesitan cuidar su estado físico, su alimentación, su descanso y, por supuesto, variables psicológicas como por ejemplo la autoconfianza, la concentración, el control de pensamientos…
En los Juegos Olímpicos de Río no se tienen que preocupar solo del deporte
Sin embargo estos Juegos están siendo especiales por todo lo que les rodea: noticias del mal estado de las instalaciones de la Villa Olímpica, condiciones de las zonas de competición insalubres, inseguridad y algo que causa bastante preocupación en la mayoría de los deportistas: el virus del Zika.
Hablamos de una de las competiciones, por no decir la competición, más emblemática del deporte; los deportistas se preparan durante toda su vida para ella, sueñan con conseguir ser olímpicos y llegar a competir en unos Juegos es una de las experiencias más maravillosas de sus vidas, tal y como ellos suelen contar.
La preparación es durísima con miles de horas de trabajo detrás y resulta que en 2016 los deportistas no sólo tienen que lidiar con dificultades propias de la competición como pueden ser la ansiedad precompetitiva, el miedo a no conseguir los resultados para los que se han preparado, nervios, control del cansancio…sino que, además de todo esto, tienen que lidiar también con una gran cantidad de información y peligros que quedan fuera de lo estrictamente deportivo.
El miedo no debe superar los sueños
Esto nos lleva a preguntarnos ¿puede ser un deportista capaz de abstraerse de todo esto para poder concentrarse únicamente en su trabajo y su competición? Evidentemente sería lo ideal, pero debemos reconocer la dificultad que esto tiene cuando, además, hablamos de un peligro para su salud. Aquí se pone a prueba especialmente el trabajo psicológico que los deportistas hayan hecho durante el periodo de preparación, cómo de entrenada esté su concentración y su control de pensamientos.
Si los deportistas olímpicos ya hacen un trabajo espectacular para prepararse para unos Juegos este año es más admirable aún, porque todos los que participan en ellos han conseguido que el miedo a determinados peligros no supere las ganas de cumplir sus sueños. Ahora sólo queda desearles suerte y que sean capaces que nada les impida conseguir los resultados para los que se han estado preparando durante tanto tiempo.

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