Existe un deporte en el que única y exclusivamente participan mujeres. Es el Bolo Beliforano y se juega desde la Edad Media en la localidad burgalesa de Belorado.
En este juego, las participantes, distribuidas en dos equipos de igual número de componentes -seis cuando se trata del campeonato oficial-, disponen de varios lanzamientos para tratar de derribar el mayor número de bolos posible y, en conjunto, sumar más tantos que el equipo rival.
Para ello se emplean nueve bolos de forma troncocónica de entre 45 y 48 cm de longitud y un bolo de menor tamaño (28 cm) denominado “mique”. La bola con la cual se efectúan los lanzamientos tiene unos 25 cm de diámetro y unos 3,5 – 4 kg de peso, con dos hendiduras para facilitar el agarre.

Deporte y arte se unen
Como alegato en favor de la mujer y el deporte, este mes de agosto Belorado ha celebrado un encuentro en el que se han unido el juego de los bolos y el arte, con el objetivo de reavivar la práctica de esta disciplina entre las nuevas generaciones.
La intervención pretende reforzar la figura de la mujer en la calle a través del arte urbano invitando a repensar el espacio público desde cuestiones de género, evidenciando a su vez, la singularidad de un lugar destinado a un deporte que en este caso, sólo practican ellas como es la Plaza de San Nicolás.
Abarrotada la plaza de gente para la inauguración, se ha jugado un encuentro muy emotivo que se ha dado por iniciado con el lanzamiento de las tres jugadoras más veteranas -Asun de 92 años, Maxi de 88 y Milagros de 85- . Las niñas más pequeñas también se han acercado a conocer este deporte y las mujeres del barrio organizaron una chocolatada para todas las personas asistentes porque es lo que se suelen jugar cuando ellas compiten por equipos en el barrio.
La propuesta artística la ha formulado NeSpoon, creadora multidisciplinar nacida en Polonia cuyo trabajo centra su mirada en elementos tradicionalmente vinculados a la práctica femenina que toman la calle dando visibilidad a lo que habitualmente se muestra sólo en el espacio doméstico. Ganchillo o encajes tradicionales cobran así protagonismo en sus muros, donde los patrones usados los facilitaron las mujeres de la villa.

La fotografía más antigua
Junto a ella, el artista leonés Regue y la burgalesa Patricia Diez Labin, «quienes han reinterpretado una fotografía de 1917, el testimonio visual más antiguo que se conserva de la práctica del Bolo Beliforano, donde se puede ver a las niñas cuidando de los bebés mientras juegan una partida», detalla Estela Rojo, componente de StARTer Proyectos Culturales junto a Jesús Carlos Fernández, comisarios de una intervención enmarcada dentro del proyecto Wall-king Belorado que se ha venido realizando durante los últimos tres años.

El descubrimiento de esta imagen ha sido clave para este proyecto puesto que es un importante medio para la investigación etnográfica de este deporte: “Era un documento de lo cotidiano, a través del cual acercarnos a prácticas, en este caso deportivas, de las formas de vida tradicional de la localidad. Tal vez las mujeres que aún lo siguen practicando son nietas de aquellas niñas que aparecen en la fotografía, estando de alguna manera presentes aún en el lugar, reivindicando su presencia como agentes activos del espacio público”.
La herorína que jugaba a los bolos
Acompañando esa antigua fotografía, aparece un personaje femenino histórico La Dama de Arintero, una heroína de la Edad Media conocida por su valentía tras luchar durante la época de los Reyes Católicos bajo la apariencia de hombre y que perdió la vida asaltada por unos soldados mientras jugaba una partida de bolos, atribuyéndosele así el ser la primera mujer que jugó a este deporte.
El homenaje a esta heroína ha sido ofrecerle un lugar en Belorado donde no hubiera corrido peligro, donde jugar libre y sin miedo junto a otras mujeres.
Panorámica de la Plaza de San Nicolás de Berolado. La bola y los bolas para jugar a este deporte. Las jugadoras de bolos del pueblo de Belorado. Una jugadora lanza un bolo. Foto: NeSpoon La Plaza de San Nicolás, abarrotada para ver el juego. Foto: NeSpoon Mujer jugando a los Bolos Beliforanos Intervención artística en la Plaza de San Nicolás. Foto: NeSpoon Las jugadoras revisan una tirada de bolos. Foto: caraAcara El Bolo Beliforano, un deporte ancestral. Foto: caraAcara Pintura de La Dama de Arintero. Las nuevas generaciones del Bolo Beliforano.
En un estudio realizado por Silvia Sedano Campo sobre la práctica del Bolo Beliforano, señala que los orígenes hay que buscarlos en la introducción de costumbres procedentes de centroeuropa. Existe un grabado de De Lille (Siglo XVII) en el que se puede observar una escena del juego de bolos que, claramente, recuerda a una partida actual de las mujeres beliforanas.
Los primeros documentos escritos que hacen referencia a la práctica de los bolos en esta localidad burgalesa aparecen en el Siglo XVIII. Desde ese momento, se producirá una expansión muy importante que llegará hasta la dictadura franquista, produciéndose una importante disminución en la práctica a partir de la década de los 60 del Siglo XX.
A principio de los años 80 distintas asociaciones de la localidad deciden recuperar e impulsar la tradición organizando anualmente un campeonato durante la época estival, en el cual, participan única y exclusivamente mujeres.
