Teresa Troya ha vuelto a escalar después de ser madre hace cuatro meses y medio. Reconoce las dificultades de compaginar ambas facetas de su vida, pero asegura que «con motivación, disciplina y apoyo del padre» se puede.
Madre y con 35 años, ¿te han dicho que eres muy mayor y con otras responsabilidades para estar pensando en escalar piedras? «Jejeje. Sí, mi madre», responde Teresa Troya, una de las mejores escaladoras de boulder de España -campeona de España de bloque 2014- y que ha vuelto a la competición después de haber dado a luz hace cuatro meses y medio a su primer hijo, Unai. «Volví a escalar al mes de parir, pero con mucha calma y bajo supervisión de una fisioterapeuta especializada».
«Escalé hasta los seis meses»
La pregunta siguiente es: ¿qué dificultades trae compaginar deporte y maternidad? «Más que un problema es un reto. Tienes mucho menos tiempo y hay que hacer malabares con los horarios para poder entrenar, además de lidiar con el cansancio y la falta de sueño. Ahora entreno lo mismo que antes, pero en la mitad de tiempo. Tengo que hacerlo en dos o tres horas al día. Lo necesario es motivación, disciplina y apoyo del padre».
Teresa Troya, que forma parte del equipo oficial de Boulder de Trangoworld, confiesa que ser madre no fue una decisión planificada: «Siempre posponía el momento de quedarme embarazada. El niño es fruto de un descuido, menos mal porque si no aún estaría pensándomelo».
Escalando embarazada
Su pasión por la escalada le llevó a retrasar lo más posible el parón deportivo. «Escalé hasta los seis meses, eso sí, paredes de segunda (lo cual quiere decir que no hay caídas) y solo vías verticales (que no requieren fuerza de abdominal). Y a un nivel bajo, pero me servía para quitarme el mono, en cierto modo. La escalada es parte de mi vida, tanto, que lo peor del embarazo ha sido dejar de escalar. Me causaba ansiedad. Lo necesito para ser feliz».
«Unai me acompaña al monte desde que tenía una mes»
Y, claro, Unai acompaña a su madre a escalar desde bien pequeñito. «Al monte lleva saliendo desde que tenía un mes. Para entrenar me compagino con mi pareja que también es escalador (Iris Matamoros), uno hace de canguro mientras el otro entrena. Por ahora no lo llevamos al rocódromo, demasiado magnesio y polvo para un bebé», comenta Teresa Troya.
Cambios tras dar a luz
Visto desde fuera, aparentemente, la escalada es un deporte de fuerza, pero Teresa subraya que «la mente juega un papel tan importante como la fuerza. En muchos movimientos si piensas que no vas a coger el siguiente agarre, caes. O si no estás concentrado al máximo cometes un pequeño error que te hace caer. Luchar contra el miedo también es otro hándicap. Se dice que la escalada es muy mental».
«Ahora estoy más decidida y más concentrada»
¿Y has sentido algún cambio después de ser madre? «La parte física la estoy trabajando para llegar al nivel de antes, en la mental estoy más fuerte, más decidida, concentrada y exprimiendo el 100% en cada intento».
«Deberíamos dejar de llamar a las chicas princesitas
y a los niños campeones»
Teresa Troya es también profesora de Educación Física. Por lo tanto, puede emitir una opinión desde su experiencia sobre si el deporte femenino está mejorando. «Sinceramente creo que no están cambiando las cosas. Hay más niñas que hacen deporte, pero muy lejos de la participación masculina. Los estereotipos de la sociedad hacen mella a todas las edades. Deberíamos dejar de llamar a las niñas princesitas y a los niños campeones, eso sería el primer paso. Es necesario cambiar la mentalidad de la gente, ayudaría retransmitir más competiciones femeninas, hacer más publicidad de mujeres deportistas, impulsar otros deportes que no sean fútbol…», concluye la escaladora y madre Teresa Troya.

Manuela
18 mayo, 2016 at 11:30 pm
Enhorabuena por el artículo… Yo también soy deportista, ciclista, y como Teresa, tuve mi bebé hace 4 meses. Llevo entrenando casi 2 meses y como ella dice, gracias a la organización todo es posible.
Alejandro
18 mayo, 2016 at 4:59 pm
Somos escaladores, padres recientes, tuvimos antes que Teresa el bebé y nos sentimos identificados. Felicidades.