Yohanna Alonso ha conseguido su primer título de Campeona del Mundo de Muay Thai, el boxeo tailandés. De profesión Guardia Civil, también está titulada en psicología y ayuda a mujeres maltratadas en León.
Hasta los 17 años Yohanna Alonso practicaba gimnasia rítmica, pero a esa edad convenció a su familia para que la dejaran probar en las artes marciales, concretamente, en el Muay Thai.
«Me llamaba mucho la atención de verlo en las películas. Yo creo que me dejaron ir porque pensaban que no me iba a gustar o que me iban a pegar y a volver en seguida a casa». Hoy, con 33 años, la Leona Yohanna Alonso se ha convertido en la primera española en conseguir el Campeonato del Mundo de Muay Thai.
«La solución para acabar con la violencia de género es la educación en la infancia»
Experta en siete artes marciales, Yohanna Alonso ya consiguió el subcampeonato mundial en 2016: «Iba con mucha confianza y mejor preparada que en la edición anterior, así que me he podido quitar la espina».
La deportista leonesa, única mujer española en estar incluida en el Hall Of Fame de las Artes Marciales, quiere desterrar la idea de que el boxeo tailandés es un deporte violento. «Eso es un mito, y el que se lo crea está muy equivocado. Yo no he sufrido muchas lesiones y, por suerte, me curo bien. Solo tengo los dos tobillos operados de los ligamentos», comenta Yohanna Alonso.
«El Muay Thai es un mundo de hombres y me he encontrado mucho machismo»
La Campeona del Mundo reconoce que el Muay Thai es «un mundo de hombres» y que se ha encontrado «mucho machismo». «Si este título lo hubiera conseguido un hombre, hubiera tenido mucho más reconocimiento», lamenta.

Yohanna Alonso golpea un saco durante un entrenamiento de Muay Thai. Foto: Pablo García Sacristán
De hecho, subraya que, «si no fuera Guardia Civil, no podría vivir de este deporte en España».
Ayudando a mujeres maltratadas
Yohanna Alonso está titulada en psicología y especializada en violencia de género. En la Comandancia de la Benemérita de León, donde ejerce como monitora de artes marciales para sus compañeros guardias civiles, también se encarga de atender a las mujeres que llegan para denunciar el maltrato machista.
«Si este título lo hubiera conseguido un hombre, hubiera tenido mucho más reconocimiento»
«Creo que ellas se sienten más cómodas cuando hablan conmigo por el hecho de ser mujer. Tengo más empatía. Yo recomendaría a todas las mujeres que hicieran algún arte marcial porque les va a ayudar mucho, sobre todo, psicológicamente a ganar confianza en ellas mismas. De todas formas, la solución para acabar con la lacra de la violencia de género es la educación en la infancia», afirma la leonesa.
